La vida es creación.
La vida es creación y el arte es sólo una manera de expresarlo. Pero ¿qué es la creación? La creación es dar un paso hacia lo desconocido dejando lo conocido, es entonces cuando se crea algo. Normalmente tengo un objetivo hacia el cual quiero ir y luego me dejo guiar. Voy con el flujo que me lleva hacia allí. Dentro de ese fluir, del proceso, hay momentos de no saber, el territorio desconocido. Y es este momento el que pide confianza en el proceso. Confiar sin saber, sin entender o saber y entender a otro nivel. Aquí es cuando se consuma la creación. La creación es una curiosa mezcla entre decidir y confiar. El ‘yo’ trabajando a diferentes niveles. Provocar la creación es una práctica. No hace falta esperar la inspiración, uno puede decidirse por ella, por tenerla. La pregunta es ¿a dónde voy? Y cada resultado conlleva de nuevo la pregunta ¿hacia donde quiero ir? Es una evolución. Un proceso que nunca acaba. Una creación constante, como la vida misma.
Es en la relación del creador con algo donde se manifiesta la creación: un tema, un lugar, un espacio, el exterior, el interior, uno mismo, un material… En mi obra la relación con el material ha sido mi principal fuente de inspiración. La madera y la piedra para la escultura, los papeles para los primeros collage y la tela y el color para las obras de los últimos años. En relación a esto me descubro y me defino a mí misma. Me veo a mí misma en la pregunta ¿quien quiero ser? expresado en la obra.
Anke Blaue
(Galería Marita Segovia, Madrid 2007)